Los
ataques de tiburón en las playas de la isla Cozumel son prácticamente nulas, pues
históricamente – por lo menos de forma oficial-, no existe reporte de mordidas
o agresiones a personas que se encontraban en las playas de la isla, quedando únicamente
las historias de estos presuntos “encuentros”,
contadas por pescadores y buzos de la localidad.
De
acuerdo a expertos en buceo y pesca en la localidad, los tiburones que podrían
considerarse agresivos, habitan generalmente en aguas profundas y se ha tenido
avistamientos de estas especies en zonas cercanas de la costa oriental, sin que
hasta la fecha se cuente con datos de ataques o agresiones por parte de los
escualos hacia humanos.
Tiburones
conocidos como “maco”, “limón”,
“toro”, “tigre”, “cornuda”, “punta negra” o “punta blanca” merodean las profundidades
de la zona oriental, e inclusive se tiene amplio conocimiento de la presencia
del tiburón “gata” en la zona delimitada del parque nacional “Arrecifes de
Cozumel”, trascendiendo que en la mayoría de los casos, estas especies evitan
el contacto con los humanos.
También
se informa que en alguna ocasión se registró que una turista habría presentado
mordidas probables de tiburón, pero se determinó que estas fueron realizadas al
cuerpo que se fue primero a las profundidades del mar y posteriormente salió a
flote, descartándose en su totalidad que el fallecimiento haya sido provocado
por ataque de escualo.
Los expertos en buceo y pesca recomiendan a los
bañistas que en caso de sospechar de un posible ataque de tiburón deben
permanecer en grupo y liberar burbujas de su equipo de buceo para alejar al
escualo, y tan pronto como sea posible abandonar el agua para poder continuar
con la actividad acuática en otra zona donde se sientan más tranquilos, aunque la
presencia de esta especie es realmente esporádica en aguas de playas de buceo o
de las mismas zonas de arrecife.
Otro aspecto importante es no introducir alimentos
al mar con la intención de alentar a las especies marinas a acercarse, pues
esto incrementa el riesgo de que cualquier animal marino
confunda en algún momento el alimento con alguna extremidad o parte del equipo de buceo o de la persona misma.
Cabe destacar que esta situación está completamente
prohibida en la zona del Parque Nacional “Arrecifes de Cozumel”. (IC)
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